LA ELECCIÓN
Pasada la Semana Santa, el colegio solía mandar a nuestra casa un pequeño informe donde se informaba a nuestros padres las materias en las que teníamos que esforzarnos más si queríamos aprobar limpios el curso, es decir, sin que nos quedase ni una sola asignatura para Septiembre.
Los padres de todos nosotros, salvo los del empollón de Kike, ya estaban acostumbrados a recibir malas noticias. No solían hacerse esperanzas, y más que un aviso lo veían como una profecía: en aquel papelito les adelantaban el número de suspensos que sus hijos iban a tener en Junio; tanto era así, que algún que otro año mis padres me felicitaron por haberme puesto las pilas y aprobar in extremis alguna de las asignaturas que aparecían en aquel informe.
Aquel año mis padres no se sorprendieron de lo que leyeron: “Así que Matemáticas, Física e Inglés, ¿eh?”
“No me gustan las Matemáticas ni me entero de la Física” me excusé. El Inglés era simplemente que no lo estudiaba.
“¿Y por qué elegiste Ciencias Mixtas?”
Me encogí de hombros. Aquella elección había parecido la más natural del mundo en su momento: no me gustaba el Latín, ni me gustaban las clases de Doña Azucena, así que había cogido la rama de Ciencias. Visto con perspectiva, aquella decisión había sido ridícula, pero en su momento tuvo todo el sentido del mundo.
Hoy, cuando hablo con Juan Omeya y otros compañeros de aquel entonces, me dicen que hicieron su elección de forma muy similar a la mía. Juan, de hecho, huía de Doña Azucena con la misma vehemencia que yo. Otra gente incluso eligió sus carreras en esa huída hacia delante, y hay quien se matriculó en Ingeniería huyendo de los comentarios de texto o en Filología Hispánica renegando del inglés; en algunas ocasiones la jugada salió bien y sacaron la carrera, aunque la mayoría de quienes hicieron tamañas elecciones acabaron por matricularse en otra cosa.
Ahora, con la reforma que significó la ESO, la cosa es bastante diferente. Los centros disponen de orientadores, sociólogos y psicólogos. No sé hasta qué punto es útil o no, aunque tengo algunos primos que hablan maravilla de los orientadores. Espero que la cosa haya cambiado bastante, y la elección de tu futuro se base en hacer que te motiva, no en huir de aquello que te disgusta.
2009-04-17 07:38 | 10 Comentarios
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Comentarios
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A mí me paso algo similar, hice francés en tercero de eso con una chavalita joven, yo era la única pringá que hacia los deberes y salía a la pizarra, tenía 5 positivos y ningún negativo. Al final del curso cuando dijo las notas me había pueso un NOTABLE!!! un ¿notable y Esperanza, hija y sobrina de profesoras un sobresaliente? Lo admito le cogí un odio profundo a esa pardilla que me había puesto un notable así que como en cuarto de eso francés era optativa decidí np cogerla en venganza, como si ella se fuera a dar cuenta de mi ausencia, al final la profesora no siguió al curso siguiente y yo había hecho el gilipollas al no coger francés... bueno al menos hice cultura clásica que me gustaba más y saqué un sobresaliente y francés lo daba don Francisco que de biología sabía mucho pero de francés más bien poco... |
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Desgraciadamente las cosas no han cambiado mucho, si acaso para peor. Los alumnos de ESO no tienen visión de futuro, les interesa sólo salir bien librados del momento, y hacen elecciones que resultan absurdas en relación a sus capacidades buscando el camino más fácil (de momento) o huyendo de una persona que les cae mal. Por lo menos, esa es mi experiencia después de 18 años como profesora de instituto. |
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Se me olvidaba comentar que el consejo orientador de la orientadora se lo suelen pasar por el forro, tanto los alumnos como sus padres, que suelen tener extrañas ideas acerca de las capacidades de sus hijos, hasta el punto que nosotros los conocemos bastante mejor que ellos. |
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Al menos teneis orientador/a. En mi época de instituto, cuando debió venir en 4º de ESO, estuvo de baja todo el año y no nos mandaron a nadie. En 1º de Bachiller pedimos que viniese, ya que el año pasado no nos informaron de nada. La respuesta de los tutores fue: a estas alturas ya deberíais saber lo que quereis hacer. |
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Pues claro que escapábamos de los profesores que no nos gustaban... Lo que no sabíamos es que nos esperaban profesores peores, sobre todo en física...
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Se me olvido decir que daba igual lo que cogiera, si yo sólo me dedicaba a dibujar en clase, cuanto menos me molestasen mejor. La cultura la cogía leyendo libros en casa, el cole era para dibujar. |
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Idem. Sólo que yo escribía partidas de rol jajaja. |
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"La respuesta de los tutores fue: a estas alturas ya deberíais saber lo que quereis hacer."
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Muy cierto... e incluso entonces solo estas seguro de lo que no quieres seguir haciendo jojojo, nuestra vida es una eterna huida hacia delante |
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