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CRÓNICAS DE MAIA

En los últimos meses había escuchado hablar de Las crónicas de Maia, una serie online española que aparecía en la web de Antena 3. Su ambiente urbano decadente y siniestro, su protagonista solitaria y atormentada por un pasado del que solo recuerda fragmentos y la aparición de elementos sobrenaturales eran sus principales atractivos, rompiendo así con la tradición patria de hacer series realistas y para todos los públicos.

Solo he visto los dos primeros episodios de la serie y, me temo, serán los dos únicos que vea. Y es que la serie me parece mala, no horrible ni nefasta, pero sí aburrida y poco original.

El primer problema que le veo a la serie es que la protagonista es una imitación de Emily The Strange. Decían los creadores que sí, que se habían inspirado en Emily, pero solo para hacer a la protagonista, como si eso fuese excusa. No digo yo que no se puedan inspirar en otros personajes, y de hecho es muy agradable ver guiños a personajes y conceptos que uno conoce, pero es que en este caso se han pasado cogiendo elementos de Emily, y hay momentos oníricos (que aparecen dibujados) en el que las similaridades se vuelven ya puro calco.

En cualquier caso, si la serie me entretuviera, el parecido con Emily The Strange no sería especialmente problemático. Pero ahí llega el segundo problema, y es que el ritmo es simplemente horrendo. Sé que narrar una historia en imágenes es muy complicado, pero cuando uno hace una serie se supone que tiene algo de experiencia y que ha visto otras obras de las que puede coger ideas sobre los ritmos, la presentación de escenas y personajes, etc. Y es que el Las crónicas de Maia pasan de lo dramático a momentos que parecen cómicos, caen en bucles que se supone que son muy misteriosos (como la escena que parecen copiar de Atrapado en el tiempo en el primer capítulo) pero que en realidad no aportan nada, incluyen supuestas escenas de acción por toda la cara (Maia huyendo del mendigo en monopatín) e introducen algunos elementos (como el libro) de manera brusca y nada creíble, que te hacen pensar que las cosas ocurren porque el guión dice que deben pasar.

Finalmente, la serie no cuenta nada. En dos capítulos, tras muchas insinuaciones (¡qué daño ha hecho Lost!), uno no se entera de nada, no es capaz de atar ningún hilo mínimamente e incluso empieza a plantearse si habrá algo que atar o si simplemente se están creando “situaciones misteriosas” que ni los propios creadores saben hacia dónde les van a conducir. Cada episodio dura 15 minutos, pero tuve que hacer numerosas pausas para mirar el correo o alguna noticia en la web por lo aburrido que estaba viendo la historia.

A su favor, eso sí, debo decir que la serie tiene unos medios técnicos dignos, logra que la falta de presupuesto no se note y, si tienes quince años (o treinta pero no has leído nada de misterio o terror en toda tu vida) es posible que la serie te resulte interesante, porque te parecerá original.

Me gustaría ver algún día una serie española que no estuviese pensada para toda la familia ni para un público juvenil (teniendo en cuenta que la televisión piensa que un público juvenil es un público sin criterio ni capacidad de razonar). No puedo evitar pensar que en los años 80 hubo teleseries mucho más oscuras, con mejores guiones y tramas que las que hoy día nos topamos, a pesar de que los medios eran mucho menores. Será, no sé, que la filosofía de las productoras es diferente.

2012-07-11 00:45 | 3 Comentarios