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PETER GABRIEL Y KATE BUSH - DON'T GIVE UPA lo largo del último año he conversado con muchos amigos y compañeros que, al igual que yo, estudiaron una carrera con la que parece bastante difícil ganarse la vida. Muchos de ellos me confiesan que estudiaron sus carreras no porque pensasen en hacerse ricos con ellas, ni siquiera modestamente acomodados, sino porque las veían como un camino para perseguir sus sueños de escribir un libro, dibujar un cómic, hacer música, realizar un cortometraje, hacer teatro... pero ahora, me confiesan, ven que su sueño solo era eso, algo lejano e inalcanzable a causa de la situación que estamos viviendo en este país. Me gustaría decirles que no se preocupen, que la fortuna y la fama acabará llamando a sus puertas, que dentro de unos años no podremos reunirnos porque uno estará dirigiendo en Hollywood, el otro dando una gira por Europa y alguno recibiendo un homenaje en Madrid. Pero seamos realistas: no es probable que eso ocurra, posiblemente ninguno de nosotros pueda ganarse la vida haciendo lo que más nos gusta. Ahora bien, alcanzar nuestro sueño y hacerse rico con él son dos cosas muy diferentes. Si nuestro sueño es lo que nos hace feliz, tenemos que intentarlo. Nos debemos a nosotros mismos intentarlo. Tendremos que hacerlo en los ratos libres que saquemos a un trabajo que no nos aporte otra cosa que el sueldo, tendremos que hacerlo durante las horas que le robemos a la noche, tendremos que hacerlo mientras que los amigos salen de copas, tendremos que hacerlo mientras pasamos calor en la casa y recordamos que la familia está en la playa. Y tendremos que ser pesados con los editores, con los dueños de las salas, con los amigos y conocidos que arrastremos con nosotros. Es posible, muy posible, que no nos ganemos la vida con ese sueño. Pero haremos que cobre sentido. Haremos que ese trabajo gris no sea un losa sobre nuestras espaldas, sino un pilar que nos permite dedicar nuestro tiempo libre a lo que nos gusta; haremos que las horas que robamos a la noche nos permitan dormir más tranquilos; haremos que las horas de trabajo sean valiosas, porque sabemos que las estamos sacando a costa de sacrificar tiempo con amigos y familiares. Recuerdo una de las primeras veces que visité el despacho de Rafa Marín. Ya era verano, y la familia se había ido a la playa, pero él se había quedando escribiendo. Cuando me enseñó las páginas que llevaba escritas de su última novela, no pude más que sorprenderme y preguntarle con quién la iba a publicar. Sin darle demasiada importancia me dijo que ni siquiera sabía si podría publicarla. Como un tonto, le pregunté: “¿Y entonces por qué la escribes?”, sorprendido de que se quedase en la casa tecleando en lugar de ir a darse un chapuzón. Y él se limitó a responderme, con toda la naturalidad del mundo: “Porque estaba ahí. Tenía que escribirla.” Tardó en aparecer publicada, pero se publicó. Por eso, no puedo decir que todo saldrá bien. Simplemente puedo decir, como le decía Kate Bush a Peter Gabriel a mediado de los 80, que no abandones. Intentarlo puede ser el primer paso para el fracaso, pero abandonar es el fracaso mismo.
2012-06-08 00:53 | 2 Comentarios Referencias (TrackBacks)URL de trackback de esta historia http://gadesnoctem.blogalia.com//trackbacks/71939
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