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LA AMANTE 2: ¡A POR TODAS!

Los planes de Richi son estupendos. Si tienes un problema, como dicen los del Equipo A, “él puede resolverlo”. Lo único que se interpone entre los planes de Richi y su feliz consecución es, desgraciadamente, la realidad.

“¿Todos de acuerdo? Nosotros no contamos a nadie lo de los cuernos a su mujer, y él nos dice cuáles serán las preguntas del examen” nos comenta Richi a la salida de clases, en la placita del árbol. “Que eso no es ni hacer trampas, porque tendremos que memorizarlas, y en el fondo eso es aprender.”

El Cubano escucha muy atento el soliloquio de Richi, que ustedes no han podido escuchar entero porque acaban de llegar, pero el tío lleva ya media hora convenciéndonos de lo malo que es Solano y que esto de sacarle el aprobado, en el fondo, es una forma de hacerle ver el buen camino.

“Todo esto es estupendo en la teoría, pero en el fondo es chantaje” nos recuerda el Cubano, que con eso que quiere ser detective el día de mañana está de un tiquismiquis con lo de saltarse las leyes que no veas. Eso sí, bien que le roba a la madre cien pesetas de la cartera todos los días para tabaco, ¿acaso eso no es chantaje? Bueno, posiblemente no lo sea, pero digo yo que será delito, se llame como se llame. “Y cuando Solano no vuelva a hacerlo, y sabiendo que no hay pruebas, pues nos suspenderá en venganza.”

Todos giramos la cabeza, incrédulos, ante la capacidad para ponerse en la mente de los criminales que tiene nuestro amigo. Y sí, Solano es un criminal, no lo duden ustedes, porque además de engañar a la mujer ya está maquinando, incluso sin saberlo, cómo vengarse de quienes sabemos la verdad.

“Esto es lo que va a pasar” prosigue el Cubano: “Le decimos que lo hemos visto y que lo vamos a ir contando, y él se caga porque sabe que su mujer se ha dado cuenta de sus ausencias, que huele a perfume de mujer y todas esas cosas. Se arrepiente, nos aprueba y no vuelve a engañar a su mujer.”

“Pues eso es lo que yo digo, ¿cuál es el problema?”

“Richi, el problema es que cuando haya pasado un año, tal vez menos, la mujer se habrá olvidado de que la camisa le olía a perfume, y entonces él nos suspenderá y podremos hablar lo que queramos, que le dará igual. ¿Que corremos el rumor? Suponiendo que se entere la mujer, ésta verá que Solano ya nunca sale de noche, que lleva una temporada muy atento, y no le dará más vueltas al tema.”

¡Silencio! ¡Silencio sepulcral! Todos comenzamos a darle vueltas a la cabeza. Incluso Kike y Weber, que siempre sacan notables cuando no sobresalientes, piensan en cómo ayudarnos. Los amigos estamos para eso, ¿no? Para ayudarnos unos a otros.

“¡Ya lo tengo!” grita triunfal Richi. “Le llamamos por teléfono, en plan anónimo, y le pedimos que nos mande en un sobre por correo las respuestas del examen.”

El Cubano hace un ruido como de profesor desilusionado con su alumno predilecto: “¿Pero tú no sabes que en el colegio tienen nuestras direcciones? Le bastaría mirarlas y saber con nombres y apellidos quienes somos. Además, que ahora con los ordenadores eso se ve en un momento, que parece de película.”

Todos seguimos mascando nuestros pensamientos. ¡Cachis la mar! Alguna forma debe de existir de aprovecharnos de la circunstancia. No por nosotros, sino por él, para que no sea tan golfo.

“Pues podemos pedir que nos apruebe a todos, al curso entero, un aprobado general” dice Kike, en un acto de solidaridad que a ningún otro se nos había ocurrido.

Pero Richi refunfuña: “¡Y un carajo de pato! Nosotros nos lo curramos, nosotros le sacamos partido. Además, que eso es muy sospechoso, ¿tú dónde has visto una asignatura donde apruebe todo el mundo de una vez? ¡Ni en Religión!”

El Cubano es un buen detective, de eso no cabe duda, porque del tirón encuentra una solución a gusto de todos: “Si el problema es que su mujer no se lo va a creer, consigamos fotos que no dejen lugar a dudas.”

Todos asentimos. Es hora de salir de caza con la cámara.

2010-07-02 00:52 | 3 Comentarios