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LA TELE Y LOS PROFES YA NO SON LO QUE ERAN...Leía hace poco un reportaje en el que un grupo de padres y madres se mostraban totalmente indignados por cómo eran educados sus hijos. Una educación que los progenitores definían sin valores, en la que los niños y niñas no tenían límites ni respeto hacia nada. Si viviésemos en un mundo con un mínimo de coherencia, o al menos de vergüenza, estos padres y madres se habrían criticado a sí mismos por no ser capaces de inculcar dichos valores. Pero como vivimos en el mundo en que vivimos, y encima en España, pues la culpa era de los de siempre: de la televisión y del profesorado. Y es que hay que ver cómo están los profesores, que no imponen disciplina. Y no, no es que algunos profesores no sepan como controlar a una clase. La culpa es de TODOS los profesores y TODAS las profesoras, porque aun cuando mantienen el orden en el aula no les enseñan lo que es el respeto, el amor al prójimo, los valores básicos, etc. ¡Tócate los huevos! Que yo soy el primero que reconoce que las clases no deben de ser meros compartimentos estancos, que me parece estupendo que haya temas transversales que se den en la mayoría de las asignaturas (el trabajo en equipo en vez de el trabajo competitivo, por ejemplo, puede hacerse en cualquier clase); pero una cosa es esa, y otra que el profesor o la profesora deba dar su lección de matemáticas, y entre medio, como si de un intermedio televisivo se tratara, enseñar los valores que padres y madres no tienen tiempo de enseñar en casa. Incluso alguien se quejaba de que no se les “imponía la autoridad”, vamos, lo que faltaba, con una tiza escribiendo y con el látigo azotando, y el delegado de la clase tocando los tambores para indicar el ritmo al que deben escribir en los cuadernos. Lo de la televisión me hacía más gracia aún. Una madre declaraba que ella tenía miedo de salir con las amigas a tomar un café, porque si dejaba a sus hijos frente al televisor por la tarde a saber las porquerías que podía ver. Ella se había quejado a la televisión, pero la ostia, ¡no habían hecho nada! Es que me lo estoy viendo, un sistema de alerta para todos los canales de televisión (que supongo que ya superan el medio centenar, si contamos las privadas, las públicas y las que conseguimos robando la señal a nuestro vecino): “¡¡Alerta, alerta!! ¡La Pili va a salir a tomarse un zumo de breva! ¡Poned solamente mensajes positivos para que los nenes no se le asilvestren!”. A ver, la tele que hay es una bazofia a ciertas horas... pero es la bazofia que a la gente le gusta ver. Es la bazofia que luego se comenta en el trabajo, que da para rellenar páginas en las revistas y que permite a los programas anti-bazofia hacer ingeniosos comentarios que tanto nos gustan... y si no, pregúntense porqué los programas de debate político tienen horarios tan intempestivos (por si no lo adivinan, porque tienen menos audiencia que las películas porno de Carmen de Mairena). Cuando estás aburrida o aburrido en casa, estupendo, la tele habla de lo que quieres. Ahh, pero si quieres dejar al niño delante del televisor, los programadores deben de ajustarse a tus necesidades y poner programas educativos. Que el papel del profesorado es algo nebuloso, con unos padres y madres que exigen autoridad y al mismo tiempo están dispuestos a destripar al profesor o la profesora de turno no ya porque haya rozado a sus retoños, sino porque le haya suspendido o puesto un castigo (impagable aquella frase de una madre a mi amiga Raquel: “¿Usted quién se cree que es para mandarle leerse un libro tan gordo a mi hijo? ¡Que él tiene otras cosas que hacer!”). Que la televisión tiene un nivel de basura increíblemente alto tampoco es una sorpresa para nadie, y habría que vivir en otro planeta para sorprenderse cuando los pequeños y las pequeñas del país insisten en que su sueño ya no es ser profesionales, ni siquiera artistas, simplemente famosos. Pero ojo, que eso son problemas, pero de ahí a decir que la culpa de que los niños y las niñas salgan como salen es del profesorado y de los medios de comunicación hay todo un abismo. Entiendo que hoy día todo se consigue al instante y casi sin esfuerzo, desde la comida que se calienta dos minutos en el microondas y lista para servir, a las teleseries y películas que puedes conseguir sin salir de tu cuarto. Pero los niños no son platos precocinados (salvo que seas un caníbal bastante perturbado) ni se comprimen en formato .rar, no hay forma rápida de conseguir lo que quieres de ellos. Si la televisión no les educa como quieres, y los profesores y profesoras no les transmiten los valores que esperas, la solución no es cabrearte y difundir a los cuatro vientos la incompetencia de ambos. La solución es replantearte las falsas creencias (“la tele educa” o “en el colegio lo aprenden todo”) y empezar a tomar un papel más activo. Salvo que tengas el Canal Disney y puedas pagar un colegio interno, en cuyo caso olvida todo lo anterior.
2009-10-09 11:14 | 4 Comentarios Referencias (TrackBacks)URL de trackback de esta historia http://gadesnoctem.blogalia.com//trackbacks/64758
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