Inicio > Historias > "NO ME HE ENTERADO DE NADA" DIJO EL ALUMNO | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
"NO ME HE ENTERADO DE NADA" DIJO EL ALUMNOA aquel alumno sólo le quedaba una asignatura para acabar el bachillerato: Historia. Tres veces por semana, en sesiones de dos horas, yo me partía la garganta intentando hacerle entender qué era el movimiento obrero, cómo habían surgido los nacionalismo o en qué consistían las revoluciones agrícola e industrial. Cuando llevaba poco más de una semana, mi alumno me miró con cara de tedio infinito y me dijo, así de pronto: “No me estoy enterando de nada.” “No te preocupes” le consolé, “en ocasiones no dominamos los conceptos básicos y todo nos suena a chino. Tú dime qué ideas quieres que te explique.” El muchacho me miró con cara de asombro, como si acabase de decirle una gran idiotez. “Jose, que no es por eso, que simplemente no te estoy haciendo ningún caso, que no me podría interesar menos el rollo que me estás soltando. Y no te lo tomes a mal, que tú le pones ganas, muchas más que mi profesor del instituto, pero que no, que paso.” Me quedé de piedra. Tenía que motivarle, decirle algo, explicarle que necesitaba aprobar para lograr el título. Sin embargo, él ya tenía su discurso preparado: “A mí me queda Historia y nada más que Historia, y me la han dejado porque el profesor es una cabrón y quiere que estudie. Pero cuando en septiembre haga el examen, me pasará la mano, porque con una sola asignatura no repite nadie.” “No creo yo que tu padre lo vea igual.” “Mi padre me ha puesto clases para fastidiarme la playa, pero sabe que tengo razón. Yo no voy a estudiar. Tú habla de lo que quieras, como si te da por traerte un libro, pero yo no pienso calentarme la cabeza con una sola fecha, ni con un nombre tan siquiera.” Hablé con el padre, que no pudo más que cruzarse de brazos sin saber qué hacer. Como me insistió que siguiese intentándolo, agucé el ingenio y le llevé algunos cómics históricos, de los que alguno leyó, algún que otro documental que ignoró a golpe de bostezo y muchas películas, que vio en ocasiones con gran interés, pero sin una base teórica que le ayudase a discernir la anécdota del hecho histórico. Al final no estudió nada, se presentó al examen, lo hizo a saber cómo y se pasó tres días en la playa esperando las notas. Cuando las recibió, el chico me llamó inmediatamente: había suspendido. “Si lo llego a saber, habría estudiado” dijo a modo de justificación. Sería el único que no sabía que para aprobar un examen suele ser necesario estudiar, o copiar, o hacer algún esfuerzo mínimo.
2009-07-09 07:31 | 7 Comentarios Referencias (TrackBacks)URL de trackback de esta historia http://gadesnoctem.blogalia.com//trackbacks/63741
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