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UNA AFICIÓN PARA TODOS
Siempre he visto mis aficiones como demasiado “modernas” para mi padre. No me lo veo jugando una partida de rol (aunque en una ocasión se apuntó a una, comprobando así que nuestra diversión no contenía satanismo ni magia negra), su intento de entrar en el mundo de los videojuegos ha sido un fracaso parcial (parcial porque al final se ha enganchado a un campeonato de parchís por Internet) y él se considera demasiado adulto para leer cómics (y cualquier otra ficción, curiosamente sólo lee libros de historia). Es algo que siempre he lamentado, no tener más tema en común con él que la Segunda Guerra Mundial (ahí si que coincidimos plenamente, y siempre que hay una película donde salgan nazis nos vamos juntos a verla). Sin embargo, estas aficiones "tan modernas" ya no lo son tanto. Muchos padres, criados en los videojuegos, comienzan a compartir con sus hijos e hijas la afición por las aventuras gráficas, la acción y los deportes virtuales, (cuando ha capturado a quienes no solían jugar, en buena medida creo que se debe a la Wii, que ha vuelto las partidas algo mucho más vivo. Pero más que los videojuegos, lo que me ha sorprendido mayormente han sido los padres que introducen a sus hijos a los juegos de rol. No es que los introduzcan a la fuerza, sino al contrario, son los hijos los que piden entrar en ese mundo al que su padre y otros adultos acuden semanalmente. James Maliszewski contaba hace unos meses en su blog que su hija pequeña, de diez años, le había pedido entrar en la partida tras haber pasado un mes embobada viéndoles luchar contra monstruos alucinantes y recorrer terribles dungeons subterráneos. Puesto que la hija no es mucho más pequeña de lo que yo era cuando comencé a jugar, bien pensado parece lógico que su interés se haya despertado de tal manera ante un mundo de fantasía que se estaba desarrollando en el propio salón de su casa. Los amigos de Maliszewski, todos alrededor de los cuarenta años, se sorprendieron ante su nueva compañera, pero bien pronto la aceptaron como un miembro (útil) más del grupo. Curiosamente, mucha gente comentó a partir de ese post que ellos también jugaban partidas de rol con sus hijos. Todo esto me parece interesante en tanto que cada vez surgen más aficiones que no tienen nada que ver con la edad, simplemente con las ganas de pasar un buen rato y compartir una tarde con los amigos y la familia, sin que el sexo ni la edad realmente importen.
2009-06-23 08:54 | 3 Comentarios Referencias (TrackBacks)URL de trackback de esta historia http://gadesnoctem.blogalia.com//trackbacks/63553
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