DIEZ AÑOS DESPUÉS
Hace algunos años, cuando la fiebre de los chats arrasaba y conocer gente por Internet era una actividad misteriosa con algunas gotas de peligro (no sé porqué conocer gente en un bar que iba hasta arriba de alcohol no se consideraba peligroso), tuve contacto con mucha gente extraña, divertida en la mayoría de las ocasiones, un poquito esquizoide las menos.
Una de aquellas personas era Kitiara-de-Kai, una chica dos o tres años más pequeña que yo, fanática de la (mala) literatura fantástica, que se pasaba las noches conectadas a la red y las mañanas limpiando casas para una empresa un poco mafiosa.
Solíamos hablar, ya se imaginan, de novelas y personajes, escritores preferidos y odiados (ambos coincidíamos en que Stephen King necesitaba un negro nuevo), partidas de rol y películas japonesas.
Nos conocimos en persona por casualidad, en una de aquellas quedadas que se hacían de tarde en tarde y a los que iban la mitad de los que chateaban en el IRC. Alguien, creo que Augusto, se me acercó y me gritó a pleno pulmón: “¡Esta es la Kitiara!” Aquella tarde estuvimos hablando casi todo el rato, no porque tuviésemos mucho que decirnos, sino porque Augusto estaba en modo “acoso y derribo” (para no variar) y la pobre temía quedarse a solas con él.
Pasaron más cosas, yo entré en la recta final de la carrera, a ella le ofrecieron un puesto de encargada en otra ciudad, dijimos que seguiríamos escribiéndonos, y durante un tiempo fue verdad. Luego estuve muy liado, ella aún más, y los mails se fueron distanciando en el tiempo, hasta que un día dejaron de llegar. Ninguno de los dos se debió dar cuenta de cuándo ocurrió.
El otro día me entró la curiosidad y quise saber si andaba por Cádiz, si seguía trabajando en lo mismo, si acaso había escrito algo, como siempre decía que quería hacer. Nunca he sido buen detective, pero encontré su e-mail y le escribí, cruzando los dedos para que no lo hubiera cambiado. Le conté un poco de mi vida y adjunté una foto mía actual, tan diferente a cuando nos conocimos.
Para mi sorpresa, me contestó apenas una hora después. En una foto aparecían ella, su marido y sus dos hijos (el mayor tiene casi siete años). Una sensación de vértigo me ha inundado, y me he dado cuenta que, como en las novelas de fantasía, el final no siempre es el esperado.
2009-05-26 13:39 | 6 Comentarios
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Comentarios
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A mi me pasó algo parecido, aunque en este caso yo era el más joven de los dos.
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¿Nunca supiste como era??? |
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¡Qué va! ¡Si era de a tomar por culo!jejeje |
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La Kitiara era una chavala bastante grandota que su hermana se ponia Grial en el IRC ?? Yo la conozco tb si es esa jejeje |
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No, era bastante delgadita y creo que no tenía hermana... pero vamos, IRC saiempre anda poblado de gente con nombre de novela de fantasía. |
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