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HUEVOS DE CORRAL
Ocurrió hace ya una década, cuando Joaquín Sabina empezaba a ganar más y más fieles, y sus letras comenzaban a ser consideradas poesía urbana. Nuestro cantante había entrado en un bar pijo madrileño, de esos en los que te encuentras a los intelectuales gastándose los duros de papá en whisky con hielo y nieve. Nada más ver a Sabina, le sentaron a la mesa, le pusieron un cubata por delante y empezaron a dorarle la píldora: “Eres el poeta de nuestra generación”, “Tus letras son el pulso de la calle”, “Tú sí que eres un gran poeta, y no ese quemado de Krahe”. Y Sabina allí, aguantando impasible los lametones de culo. Cuando ya llevaba un rato escuchando, les propuso un juego: “Veo que tenéis cultura más que de sobra. Así que os voy a recitar unos versos. Si me decís de qué poeta son, os invito a todo durante el resto de la noche.” Y allí que se puso Sabina a recitar unos versos, no sabría decir cuales, pero la cosa es que entusiasmaron a su audiencia de intelectualoides. “Eso es, sin duda, Garcilaso.” “No, más moderno” “Quevedo, indudablemente Quevedo.” “Mucho más contemporáneo.” “¿La generación del 98?” “¿Acaso es de la generación del 15?” “¡Aventuro que es del 27!” Sabina les dejó hacer cábalas unos minutos más, y al final les dijo, tras vaciar su copa: “Son de Krahe, pedazos de soplapollas.” Y tras decir aquello, se marchó. No sé si la anécdota es cierta, pero siendo tan hermosa, merece serlo.
Conocí a Krahe, como casi todo el mundo de mi edad, a través de “La Mandrágora”. Diferente a Sabina, sus letras tienen vida propia, están llenas de crítica y humor, un toque de maldad y picardía. Soy incapaz de elegir una canción, pero debo reconocer que me hace especial gracia su Huevos de corral, una estupenda historia que nos cuenta que todo ha cambiado, pero que tal vez no tanto, que seguimos siendo tan borregos como siempre, y encima un poco más infelices.
Huevos de corral Antes era el Cristo harina de otro costal, Ahora las envuelven en papel de celofán: Yo ya las he probado, Y era el Parlamento harina de otro costal, Ahora nos endilgan mucho mejor la ley: Eso ya lo he probado, Y era lo del sexo harina de otro costal, Ahora el erotismo ya es parte del ajuar: Yo también he probado, Y eran los difuntos harina de otro costal Ahora te incineran y te acabas de una vez, Eso no lo he probado, 2008-10-25 00:15 | 5 Comentarios Referencias (TrackBacks)URL de trackback de esta historia http://gadesnoctem.blogalia.com//trackbacks/60163
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© 2002 Jose Joaquin
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