Inicio > Historias > EL ROMANCE EN LA FICCIÓN | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
EL ROMANCE EN LA FICCIÓNYa desde pequeño, odiaba los cómics de Superman. No es que no me gustasen sus aventuras, ni sus poderes, tan siquiera el colorido uniforme de forzudo de feria. Lo que realmente me mataba era que Lois y Clark tuviesen el mismo tonteo en cada historia, los mismos malentendidos y, al final, regresasen al mismo status quo de siempre. De hecho, me pasaba lo mismo con la mayoría de las teleseries. ¿Cómo pueden pasarse 20 o 40 capítulos tonteando sin que pase nada? Vale que en mi adolescencia no solíamos ir muy deprisa, pero esperar hasta el segundo año para darte el morreo que todos esperábamos desde el segundo capítulo clama al cielo. Uno se acaba entonces dando cuenta de que una forma de diferenciar una buena historia de una mala (o una simple) es observar las relaciones sentimentales de sus protagonistas. Así, allí donde la situación va evolucionando (aunque al final no acabe en beso o cama) hay una trama que avanza, que no teme desarrollar la historia (el beso o el matrimonio no es el final, sino el principio de nuevas situaciones). Por el contrario, allá donde la historia romántica se convierta en una fórmula tendremos un producto poco trabajado, de esos que posiblemente podemos ver saltándonos el orden de los capítulos.
En los cómics, el ejemplo de personaje estático era, ya lo decíamos, Superman. Cincuenta años con el mismo tonteo y la única evolución visible era que Lois Lane ya usaba minifalda. También hay otros casos de juzgado de guardia, como esa Dale Arden obsesionada con perseguir a un Flash Gordon que se deja secuestrar y sobar por cuanta princesa ninfómana haya en la galaxia. Un ejemplo de evolución es Spider-man, cuya vida amorosa avanza muy despacito, pero avanza. De sus peleas con Gwen Stacy pasará a una buena amistad, de ahí a un triángulo amoroso entre la buena (y rubia) de Gwen y la pícara (y pelirroja) de Mary Jane, y finalmente a un noviazgo con Gwen. ¿He dicho finalmente? Pues no, porque Gwen acabará muriendo, Spider-man acabará conociendo mejor a la ya no tan pícara Mary Jane, y tras una serie de rupturas y grandes reencuentros se casarán. El matrimonio se cargará al personaje, eso sí, porque a partir de ahí lo guionistas no sabrán que hacer. Pero al menos la historia hasta ese momento no se quedó estancada en un eterno cliché. Mucho mejor que el romance del trepamuros fue, un cuarto de siglo antes, el romance entre Príncipe Valiente y la princesa Aleta. La maestría con la que se desarrolló la relación demuestra no sólo que el artista, Hal Foster, era un genio, también que estaba felizmente casado.
En las teleseries, hay un caso odioso de romance que, no soy capaz de entenderlo, tuvo enganchada a mi prima varios años al televisor. Me refiero a la serie Los Serrano, que en muchas de sus premisas parece más un tebeo de humor de la Bruguera de los 60 (“Los Serrano, familia de marranos”) que de la televisión del siglo XXI. La trama consiste en esperar no se cuantos capítulos a que los hermanastros Marcos y Eva se líen (paradójicamente, cada uno por su cuento, se han cepillado a media Madrid y media Barcelona, pero entre ellos no se terminan de decidir). Al final se lían, la audiencia sube, los guionistas se asustan y dan marcha atrás, volviendo nuevamente a un tonteo que no lleva a nada. Cuando los dos hermanastros mayores abandonaron la serie, la historia se repitió con los más pequeños, Guille y Teté. Ejemplos de series que puedes ver sin que se te salgan los ojos de las órbitas. De mis favoritas serían Babylon 5, donde el amor entre personajes de razas diferentes no sólo es muy inteligente, sino que además es un ejemplo de convivencia y entendimiento a pesar de la diversidad. También hay que citar Buffy Cazavampiros, donde las historias románticas son divertidas, están bien llevadas, sorprenden y a la vez llegan a enganchar por lo sinceras que parecen.
Total, que las historias de amor son una constante en novelas, cómics, películas y teleseries. Así que, ya puestos a tener que tragarnos un romance en todo lo que veamos, al menos que sea algo original y bien contado. 2008-06-30 00:09 | 12 Comentarios Referencias (TrackBacks)URL de trackback de esta historia http://gadesnoctem.blogalia.com//trackbacks/58293
Comentarios
|
Consigue mis librosLa explosión Marvel: Historia de Marvel en los 70 Los animales en la Historia y la Cultura Los cómics de la Segunda Guerra Mundial Archivos
DocumentosTu IP es: Enlaces indispensablesCRISEI DIARIO DE UNA NIÑERA EN BIRMINGHAM (Alejandra Flores) |
© 2002 Jose Joaquin
|