Inicio > Historias > EL PETARDITO | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
EL PETARDITOEn el Cádiz de principios de los 90, cualquiera podía comprar una papela de caballo, un poquito de crema, un par de anfetas o una rallita de farlopa. Y cuando digo cualquiera quiero decir justamente eso, que cada barrio tenía su expendedor habitual, su plaza donde se reunían sus enganchados a gastar sus días, sus tardes, sus vidas. Y daba igual que fueses niño de papá, malandrín de clase media o tirado de la vida; no importaba que aún creyeses en reyes magos, que ya te afeitases los cuatro pelos de la barba o que tuvieses mujer e hijos. En Cádiz había mierda, muchísima mierda… y aunque ahora también la hay, antes sus efectos se dejaban notar más.A nosotros, en el colegio, nos habían enseñado que las drogas eran malas. No obstante también nos habían dicho que no teníamos que acostarnos con una chica hasta el matrimonio, y que la masturbación te dejaba ciego. Vamos, que ya se imaginan ustedes lo poco que nos convencían los discursitos que nos daban unos señores, la más de las veces curas, que vestían ropa de marca bajo la sotana y en su vida habían vivido en un barrio obrero. No obstante, en casa nos habían advertido muchas veces sobre las drogas. Todo el mundo tenía un familiar, un amigo cercano o un vecino yonki; en mi caso era Lolo, amigo de la infancia de mis tíos. Y sí, a mi me importaba un comino lo que decían en el colegio, pero no quería acabar tirado como Lolo. Sin embargo, Richi le daba muchas vueltas al tema de las drogas. Richi le daba muchas vueltas a todo, en general. Puede que fuera porque sus padres le obligaban a pasar 4 horas diarias frente a los libros, y claro, como no se iba a poner a estudiar no le quedaba otro remedio que darle vueltas a la sesera. El hecho es que nuestro amigo no dejaba de darle vueltas al tema: “Si eres alcohólico, ¿acaso no eres un adicto al alcohol? Y aquí fumamos todos (bueno, menos Jose, que nunca tiene un duro), ¿Acaso no somos adictos al tabaco? Pues bien, oídme, hay drogas duras y drogas blandas. Las blandas no crean adicción, a menos que te propases mucho. Si el país necewsitase dinero, seguro que las legalizaba y las vendía igual que vende tabaco y whisky.” Indudablemente la explicación de Richi tenía sus lagunas, pero en general nos daba que pensar. Muy pronto Alvarito comenzó a decir que a él, particularmente, le daría igual fumarse un canuto (sin que le viese Blanca, su novia, por supuesto). Kike decía que ya lo había fumado en Roche, aunque todos sabíamos que era mentira. Richi volvía a la carga una y otra vez, diciendo que un petardito no podía hacer daño, que era como fumar un cigarro y luego beber una cerveza. Tan deseosos estaban de fumar uno, que el Cubano y yo decidimos gastarles una pequeña broma. Como mi tío fumaba el tabaco más asqueroso que ustedes puedan imaginarse, una marca llamada B/N que olía a Satanás cocinando paella, le robé un cigarrillo del paquete sin que se diera cuenta. A su vez, el padre del Cubano fumaba tabaco de liar, así que le robamos una boquilla y unos cuantos pliegos de papel. Tras vaciar el tabaco del cigarrillo robado, al quinto intento logramos liar algo que se parecía vagamente a un canuto. ¿Cómo habíamos conseguido un petardo? Debajo de mi casa se vendía a manos llenas, tan simple como que me habían dado uno para “probar” (cosa bastante poco cierta, oigan, porque a mí nunca me dieron drogas gratis para que me enganchase… puede que los camellos de mi barrio no tuvieran mentalidad empresarial) y yo, que era un niño bueno e incluso iba a misa, en vez de tirarlo me había acordado de mis amigos. Ahí se sentaron en la plazoleta Richi, Kike y Alvarito. Nada más una calada y comenzaron a toser como si nunca hubiesen fumado un cigarro. “Joder coff coff, ¡sí que es coff coff fuerte!” exclamaba Richi, mientras se ponía rojo. “Eso es coff coff porque nunca antes coff coff los habíans fumado coff coff” exclamaba un Kike al borde de la asfixia. Alvarito no exclamaba nada, solamente tosía. Un par de horas después dejaron de reírse por tonterías y concluyeron que los efectos se habían concluido. Richi afirmó que todo se mueve más, Kike que te amplifica los sentidos, y oía todo como ampliado. Alvarito “vio colores” signifique eso lo que signifique. Es increíble lo que hacen un poco de tabaco negro del barato y una pizca de sugestión. Lo cierto es que aquello no sirvió de mucho. Un año después volvieron a la carga, con más ganas, más dinero y menos tabaco negro. Algunos no acabaron demasiado bien, la verdad, pero eso son historias para otro día. 2007-11-19 09:25 | 4 Comentarios Referencias (TrackBacks)URL de trackback de esta historia http://gadesnoctem.blogalia.com//trackbacks/53507
Comentarios
|
Consigue mis librosLa explosión Marvel: Historia de Marvel en los 70 Los animales en la Historia y la Cultura Los cómics de la Segunda Guerra Mundial Archivos
DocumentosTu IP es: Enlaces indispensablesCRISEI DIARIO DE UNA NIÑERA EN BIRMINGHAM (Alejandra Flores) |
© 2002 Jose Joaquin
|