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EL DÍA QUE ME OBLIGARON A VER HEIDIUn día, siendo yo todavía pequeño, mi madre me insistió para que viese la televisión por la tarde. Aunque en aquel entonces sólo existían dos canales, tres si contamos el comunitario, mis padres eran bastante reacios a que me pasase todo el día viendo la televisión. Para que no me aburriera, me compraban tebeos (anda que menuda liaron), me llevaban al parque, o se inventaban cualquier excusa para que no me volviera un zombie.Así que imagínense ustedes mi sorpresa cuando mi madre me animó a que viese la televisión. Yo, a pesar de ser pequeño, me imaginé que tenía que haber tongo en alguna parte, así que pregunté: “¿Qué ponen?” “¡Heidi!” ¿Heidi? A mí aquel nombre me dejaba indiferente, vamos, que podía haber dicho Teodorica I y me habría quedado igual. “Es una serie que ponían cuando yo tenía 15 años… de dibujos. ¡Yo no me perdía ni un solo capítulo.” Yo todavía no sabía que era eso del conflicto generacional ni nada por el estilo, pero pensé que una serie que mi madre había visto cuando era más jovencita, por muy de dibujitos que ésta fuese, no podía ser muy entretenida. Y es que entiendan ustedes que mi madre, por diversión, entendía tomar café con sus amigas, salir a caminar con mi padre y hacer ruidos con los muelles de la cama cuando yo intentaba dormir. Vamos, que los adultos tenían unos juegos muy aburridos (¡todavía si el café hubiese estado dulce!). Pero nada, que aquel día me obligaron a ver la televisión, y la esa Heidi me pareció una petarda. El abuelo me encantó, por supuesto, era un tipo sieso y tenía un perro que parecía un caballo. La cosa es que vi el primer capítulo con cierta desgana, el segundo me pareció más entretenido, y el tercero ¡dios santo!, el tercero me gustó. Y así me tragué la serie entera. Luego, ya con la perspectiva de los años, me he dado cuenta de que mi madre (toda una generación de madres y de padres) fue fan del anime japonés, sólo que ellos no sabían ni lo que era el anime ni que Heidi venía del Japón, no de los Alpes. Vayan ustedes a saber, lo mismo algún día obligamos a nuestra prole a ver Ranma ½, mientras ellos protestan pensando que es una historia ñoña para mayores. 2007-08-13 00:18 | 12 Comentarios Referencias (TrackBacks)URL de trackback de esta historia http://gadesnoctem.blogalia.com//trackbacks/51496
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