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EL HOMBRE HORMIGA Y CABEZA DE HUEVO

No sé si sois aficionados al Universo Marvel clásico, es decir, a los personajes e historietas que aparecieron entre finales de 1961 y 1967 de la mano de escritores y artistas como Stan Lee, Roy Thomas, Jack Kirby, Steve Ditko, Don Heck, Dick Ayers, Joh Buscema o Jim Steranko. Aunque todo el mundo habla maravillas de aquellos años, lo cierto es que son pocos los que se han parado a leer aquellos cómics, en parte porque aún estaban muy lejos de las grandes sagas como la trilogía de Galactus o la aparición de la Visión. Ciertamente, las primeras historietas de Marvel tienen un fuerte carácter experimental en el que los superhéroes se mezclan con monstruos, alienígenas y científicos locos, sin que los autores tengan todavía muy claro hacia dónde se dirigien. No obstante, la mayoría de esas aventuras demuestran una gran habilidad a la hora de narrar y van mucho más allá de la pelea entre el bueno y el malo.

Cojamos por ejemplo Tales to Astonish número 38 con fecha de portada de diciembre de 1962. En esa historieta aparece una de las némesis del Hombre Hormiga, Cabeza de Huevo, un científico que ha decidido seguir el camino del mal y el crimen. Jack Kirby demuestra su conocimiento del género a la hora de dotar al villano de una apariencia desagradable que va a ser el reflejo de un alma igualmente horrenda, pero al mismo tiempo sabe hacer que nos fijemos en su cabeza, que es la fuente de su poder.

Stan Lee tampoco se queda corto en esas historietas, demostrando la bondad del héroe y la razón por la que es uno de los buenos. Por ejemplo, cuando Cabeza de Huevo intenta matar al Hombre Hormiga, pide ayuda a las hormigas, creyendo que éstas se sentirán gustosas de deshacerse del tirano que las controla. Pero curiosamente, las hormigas no traicionan a su líder, y el héroe nos explica la razón:

“Cabeza de Huevo trazó un buen plan, ¡pero cometió un error! ¡No supo entender la forma de pensar de las hormigas! ¡No sabía que las hormigas no se ven a sí mismas como mis impotentes esclavas! Al contrario, ellas se enorgullecen de ser mis amigas... ¡y mis compañeras en la guerra contra el crimen!”

Derrotado, perseguido por la justicia y por el mundo del crimen, Cabeza de Huevo acaba en una pensión de mala muerte. Allí, Lee vuelve a demostrarnos su dominio del diálogo para reflejar el triste final de los malhechores, en esta ocasión a través de la conversación de dos residentes de la pensión que se sorprenden ante el nuevo inquilino:

“¿Quién es?”

“¡Ni idea! ¡Pero no deja de hablar para sí mismo desde que llegó aquí! Dice algo sobre hormigas...”

“¿Hormigas? ¡El tipo debe de estar chalado!”

“¡Eso mismo pienso yo! ¡Probablemente no sea más que otro de esos inútiles que no tienen una pizca de cerebro en su cabeza!”

2012-03-29 12:50 | 2 Comentarios

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Comentarios

1

De: Anónima Fecha: 2012-04-01 16:58

Me ha gustado la traducción de:

- The guy must be loco

por:

- ¡El tipo debe de estar chalado!

Si no me traducen loco no lo entiendo :P

PD: es curioso el Hombre-hormiga y su buena relación con los bichitos... Vamos que también me ha gustado el post, conste :-)

2

De: Jose Joaquín Fecha: 2012-04-01 17:56

También podía haber puesto "el tío debe de estar crazy" :)