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AÚN RECUERDO AQUEL VERANO

Recuerdo perfectamente mis vacaciones junto al lago. Aquel año, no recuerdo ahora la razón, el curso había terminado un poco antes de lo previsto, y mis padres me mandaron a pasar un par de semanas con mi tía a su pueblo, junto al lago. Vivía por aquel entonces en una casita unifamiliar algo alejada del centro urbano, lo que me provocó una impresión muy fuerte, acostumbrado como estaba yo a edificios más altos, aunque se podía llegar con facilidad al pueblo si se cogía el coche o incluso una bicicleta.

Tanto disfruté aquel año, que seguí acudiendo todos los veranos, al principio un par de semanas, luego un mes completo, y en los últimos años de secundaria me pasaba allí todo el verano. Obviamente, parte del atractivo del lugar eran sus gentes, y concretamente el grupo con el que me juntaba, una mezcolanza de edades y localizaciones, aunque todos nos sentíamos de aquel pueblo y, por supuesto, nos conocíamos el lago como el más oriundo del lugar. Recuerdo que nos sentíamos algo molesto cuando llegaban las fiestas del pueblo, y las calles de piedra se engalanaban y llenaban de turistas y visitantes que pasaban por allí unos días, disfrutando la gastronomía, ensuciando el lago, sólo para marcharse a los pocos días.

Recuerdo con la misma intensidad como si acabase de suceder aquel baño temprano en las aguas del lago, completamente heladas, y la sensación de que me iba a congelar; mi primer beso, inesperado, aquella noche sin luna; la amistad y las bromas con aquel grupo de amigos; aún hoy podría orientarme por aquellas calles.

Lo recuerdo perfectamente y no deja de ser extraño, porque todo esto que les estoy contando ha sido un sueño que tuve esta noche. Nunca he tenido una tía en pueblo alguno, ese lago de aguas heladas sólo existe en mi imaginación, mi primer beso no fue aquel, aquellos amigos jamás han existido y las calles, si bien es cierto que podría orientarme por ellas, nunca fueron trazadas. Y sin embargo, recién despertado, siento que todo eso ha sido tan real como si realmente hubiese sucedido. Y aunque a lo largo del día es probable que dicha sensación se vaya desvaneciendo, ahora no puedo dejar de sentir una sensación de nostalgia hacia unos veranos que nunca fueron.

2012-02-20 11:01 | 3 Comentarios

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Comentarios

1

De: CorsarioHierro Fecha: 2012-02-20 15:39

¡Genial!

2

De: Marina Fecha: 2012-02-21 10:40

Me encantó!

3

De: Ky Fecha: 2012-02-21 12:57

Es una sensación maravillosa... :)