CLASES EN NAVIDAD
Aquel año las Navidades me sentaron especialmente bien, o mejor dicho, las vacaciones me sentaron especialmente bien. Me había pasado los tres meses anteriores dando clases particulares a diestro y siniestro, y aunque había ganado un dinero curioso, lo cierto es que estaba agotado de lidiar con chavales y chavalas que, además de necesitar aprender Inglés, Lengua o Historia, también necesitaban un cursillo acelerado de cómo hacerse sus propios apuntes, cómo estudiar y, en ocasiones, incluso cómo comportarse en clase (no en las mías, que nunca he tenido especial problema con los alumnos, sino en las del profesor que les iba a calificar). Pero había llegado la Navidad, y las familias habían decidido que sus retoños se habían merecido tres semanas de descanso, videojuegos y fiesta. Por mí estupendo.
Un lunes que tenía planeado quedarme leyendo, me llamó un amigo, muy serio él, diciéndome que tenía un problemón. Su sobrino, de 15 años, había suspendido Literatura porque no tenía ni idea de cómo se hacía un comentario de texto, ¿podía ayudarla en estas fiestas? Yo ante una petición como esa, y viniendo de un amigo, sólo podía decir una cosa: No. Pero mi amigo insistió, y me dijo que por supuesto me iban a pagar 15 € la hora, que sabían que yo estaba liado con otras cosas, y además sólo iban a ser tres horas, porque en verdad el sobrino era muy listo y lo pillaba todo al vuelo. Total, que 45 € en Navidad es una suma curiosa, así que acepté.
Comenzamos esa misma tarde con un plan de choque. Le iba a pedir a mi alumno que me dijera qué tipo de música en español le gustaba, íbamos a descargarnos una canción, y a partir de ahí veríamos los recursos estilísticos, el mensaje, el contexto del autor, etc. El segundo día le daría una lista de recursos estilísticos y haríamos lo mismo con un fragmento de un libro y con una canción más antigua, y finalmente el último día lo veríamos con uno de los poemas del siglo XVI que tenía que comentar. La idea era, básicamente, comenzar desde algo que pudiera entender y, posteriormente, aplicar todo lo que había aprendido con textos más complejos y antiguos.
Empezamos bastante bien, todo hay que decirlo. Eligió una canción de La oreja de Van Gogh, la verdad es que no recuerdo cuál, pero el chico estuvo entregado y los padres alucinaban al ver las gana que le ponía. Al cobrar y despedirme, me dijeron que al día siguiente no podría ir, ni el siguiente tampoco, porque el muchacho tenía “compromisos sociales”, pero que me llamarían.
Nunca me llamaron. Mi amigo me contó un mes después que, obviamente, el chaval había suspendido la recuperación. Los padres, manda narices, fueron a quejarse al profesor diciendo que el chico había estado en Navidades con un profesor particular buenísimo.
2011-12-29 12:46 | 4 Comentarios
Referencias (TrackBacks)
URL de trackback de esta historia http://gadesnoctem.blogalia.com//trackbacks/71006
Comentarios
| 1 |
|
||
|
No recuerdo la canción, aunque creo que la tengo en los apuntes, pero también expliqué lo de medir los versos, las rimas y demás, con canciones modernas... |
|||
| 2 |
|
||
|
Joselito, no se puede ir de moderno el primer día... |
|||
| 3 |
|
||
|
Que va, pero si la cosa es que a los padres les encantó. De hecho, es algo que luego usé con más alumnos y, salvo en un caso, siempre dio muy buenos resultados.
|
|||
Consigue mis libros
La explosión Marvel: Historia de Marvel en los 70
Los animales en la Historia y la Cultura
Los cómics de la Segunda Guerra Mundial
Archivos
| < | Septiembre 2023 | |||||
| Lu | Ma | Mi | Ju | Vi | Sa | Do |
|---|---|---|---|---|---|---|
| 1 | 2 | 3 | ||||
| 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9 | 10 |
| 11 | 12 | 13 | 14 | 15 | 16 | 17 |
| 18 | 19 | 20 | 21 | 22 | 23 | 24 |
| 25 | 26 | 27 | 28 | 29 | 30 | |
Documentos
Tu IP es:
Enlaces indispensables
CRISEI
DIARIO DE UNA NIÑERA EN BIRMINGHAM (Alejandra Flores)
