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RECORDANDO DRAGONLANCE
El comentario me hizo gracia porque a mí me pasó algo parecido con la literatura fantástica: conocí primero las novelas que derivaban de juegos de rol y los juegos de rol que derivaban de novelas. Así, mi primer contacto con Lovecraft, Tolkien y Moorcock fue a través de los juegos de rol, y ya por curiosidad acabaría llegando a las novelas. De igual manera, antes de saber que había algo llamado Advanced Dungeons & Dragons conocí el mundo de juego Dragonlance gracias a la trilogía de novelas Crónicas de la Dragonlance. Me leí la trilogía entre los 10 y los 11 años, y me gustó mucho, si bien en ocasiones me pareció muy pesada. Al releerla hace poco tiempo, me di cuenta que esa pesadez se debía a la escasa acción que había (los combates casi siempre sucedían fuera de la vista del lector, o en todo caso se describían pobremente) y a que se daba por hecho que el lector conocía a los monstruos, los hechizos y los conjuros gracias al juego de rol, por lo que las descripciones eran tan pobres que en ocasiones era simplemente imposible imaginar ciertas cosas. Pero en general me fascinó por desarrollarse en un mundo mágico plagado de aventuras. Tuve que esperar hasta los 17 para jugar una partida de rol ambientada en aquel mundo. El director de juego, que es en buena medida responsable de que la aventura sea divertida o no, era normalito. La aventura era prefabricada, una de las que te vende la editorial, y justamente nos colocaba en el papel de los héroes de las novelas. Los demás jugadores eran como yo, es decir, aficionados a la literatura fantástica con ganas de pasar un buen rato simulando a los héroes de las novelas. Parecía una buena combinación, y sin embargo nos aburrimos una cosa mala. ¿Qué falló? Obviamente nuestras expectativas eran demasiado grandes, y cuando vimos que estábamos jugando paso por paso la misma aventura que habíamos leído en los libros, comprendimos que la sorpresa y el libre albedrío que de común acompañan a una buena partida de rol no estaban presentes. Luego, cuando intentamos volver a jugar una aventura ocurrida después de lo narrado en las novelas, nos dimos cuenta de que aquello no tenía chicha, que la historia estaba demasiado bien cerrada y que por más que quisiéramos jugar en ese mundo jamás llegaríamos a ser grandes héroes. La propia editorial TSR lo comprendió, y sacó otro continente que nada tenía que ver con las novelas, imagino que con la intención de que los héroes que llevaban los jugadores encontraran nuevos retos a los que enfrentarse. Jugué algunas otras partidas con otros directores, muy malas todas ellas, y finalmente perdí todo interés por el mundo de la Dragonlance. Cuando volví a sentir curiosidad y releí las novelas, comprendí lo pobres que son y lo mucho que saquean de Tolkien, y la curiosidad murió rápidamente.
2010-12-05 10:34 | 0 Comentarios Referencias (TrackBacks)URL de trackback de esta historia http://gadesnoctem.blogalia.com//trackbacks/68364
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