Gades Noctem

Inicio > Historias > RECORDANDO "TALES OF THE SOLAR PATROL"

RECORDANDO "TALES OF THE SOLAR PATROL"

Para mucha gente, la Space Opera, con sus naves espaciales, sus armas de energía y sus malos muy malos tiene como claro referente Star Wars. Para otros, por el contrario, la trilogía original de Lucas no es más que una aventura de caballería espacial y prefieren Star Trek, con sus limitados medios pero con esa maravillosa idea de explorar la “última frontera” (aunque sus críticos dicen que, si lo de Lucas es una obra de caballería, las aventuras del capitán Kirk y sus sucesores no deja de ser un Western).

Pero para mí, y para otros muchos aficionados que saben que una buena obra no tiene edad, las buena Space Opera es el Flash Gordon de Alex Raymond y Dan Barry, la novela original de Buck Rogers, las novelas juveniles de Heinlein, la película Forbidden Planet, y un largo etcétera de obras que se remontan de los 50 para atrás. Son obras sencillas en la trama, divertidas en el desarrollo, geniales en los personajes, inocentes en los conceptos. Son los orígenes de las grandes obras que siguieron, y tienen un encanto particular.

Hace unos pocos años, el juego GURPS decidió sacar un complemento tan arriesgado que no se atrevió a lanzarlo en papel, sólo en PDF. Se llamaba Tales of the Solar Patrol, y era un remix de todas esas influencias que comentaba más arriba, con montones de opciones de juego, aunque recomendando siempre jugar con ese tono épico e inocente que tenía la inmensa mayoría de la literatura de ciencia ficción entre los años 30 y los 50. Además, el libro venía decorado con hermosas ilustraciones a color, sacadas de numerosas portadas de revistas pulp de ciencia ficción de aquella época.

Un poco en broma, le propuse a algunos de mis jugadores hacer una partida de prueba, con cadetes que acaban de unirse a la Patrulla Solar, esa especie de cascos azules espaciales que llevan la paz, la democracia y el pastel de manzana al resto del sistema solar, y algún día al resto de la galaxia.

Lo jugamos e intentamos darle un tono años 50: los malos son muy malos, y los buenos muy buenos. Los héroes no mueren, y las heridas más grandes apenas les producen rasguños (ouch, qué pena que todos esos interesantes secundarios no sean héroes y sí puedan morir). La moda es como se imaginó en los 50, y desde luego las chicas llevan minifalda y tacón, y los hombres sombrero. Sólo se transmiten valores positivos.

Creí que me iban a lapidar, pero para mi sorpresa hemos jugado las dos partidas que tenía planeadas y además me han pedido más. ¿Será que les ha gustado la banda sonora que les puse? ¿Acaso han disfrutado con todas esas ideas basadas en montones de películas y novelas antiguas? ¿Puede ser que tras tantos años de héroes cínicos, mundos oscuros y guerras sucias hayan apreciado un cambio?

Sea como fuere, lo estamos pasando estupendamente jugando a Tales of the Solar Patrol. Es, en definitiva, uno de esos juegos que te acaba encantando porque está escrito con humor pero sin intentar se gracioso, está hecho desde el cariño al género de la ciencia ficción y el respeto a los clásicos, pero sobre todo está hecho para jugar y pasar un buen rato. Y eso, en definitiva, es de lo que va jugar al rol: pasarlo bien.

2010-10-10 10:57 | 0 Comentarios