Gades Noctem

Inicio > Historias > LECTURAS JUVENILES PARA LECTORES NO TAN JUVENILES

LECTURAS JUVENILES PARA LECTORES NO TAN JUVENILES

Nunca me han gustado las denominaciones algo artificiales que existen en la literatura. “Romántico”, Negro”, “Ciencia-Ficción”, “Histórica”… sólo captan una pequeña parte de la esencia de una novela. Sin embargo, a las editoriales y las librerías, supongo que también al público, la invención de los géneros les viene muy bien: es simple, es comercial y te permite encontrar rápidamente algo que te guste en la sección de la librería o en el catálogo.

La más comercial y más injusta de dichas calificaciones es “literatura juvenil”, o Young-Adult Fiction en inglés, que suele considerarse como mala literatura, simple y cargada de fantasía o temas poco importantes. Y sin embargo, escribir para niños y adolescentes es muy complicado; un novelista puede emplear cientos de páginas para desarrollar su trama y esperar que los lectores adultos lean la historia sin más, pero los lectores más jóvenes no suelen leer libros gruesos, y contar una historia interesante en pocas páginas es una auténtica odisea.

De un tiempo a esta parte suelo leer más libros de historia que novelas, pero eso no me ha impedido disfrutar enormemente con las dos primeras historias de las Crónicas de Narnia, los cuatro primeros libros de Harry Potter, la primera entrega de una saga vampírica (anterior a Crepúsculo, que también quiero ojear) llamada Vampire Beach o mi amada Nancy Drew, que sigo desde que era un niño.

¿Qué me atraen de estas historias? Los personajes, que son simples pero al mismo tiempo completos y capaces de evolucionar, las tramas sencillas pero cargadas de imaginación y sorpresas, además de una narración hermosa cargada de ritmo pero escrita un lenguaje accesible a los lectores más jóvenes.

Pero este tipo de historias no son importantes solamente por el placer que nos puedan ofrecer, sino también porque, si realmente queremos que los niños que nos rodean lean (ya sean nuestros hijos, sobrinos o primos) tenemos que ser capaces de ofrecerles lecturas interesantes que despierten su imaginación y, con ella, su interés por los libros.

Puede que estos libritos no sean obras maestras de la literatura, pero tampoco lo son la mayoría de las películas que se estrenan, y eso no nos impide acudir a las salas de cine.

2009-07-12 12:40 | 1 Comentarios