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EL POLVETE GRABADO

Esto pasó hace ya algunos años, cuando las cámaras web hacían furor y el edonkey nos permitía bajarnos las primeras películas (yo me bajé El Cuervo, ¡pero estaba en ruso!). Tenía yo una pareja de amigos, Juanlu (que no es el Juanlu que firma por estos lares) y Patri. Dos chavales muy, pero que muy raritos (y eso no es poco, viniendo de mí).

Juanlu estaba obsesionado con las películas de acción, por lo que se había vuelto adicto a los gimnasios y a las artes marciales, soñando que algún día no muy lejano viajaría a Hollywood y se convertiría en el nuevo gobernador de California. Patri era un poco obsesiva, como demostraba el hecho de que se pasaba las noches jugando al Sims creando la casa ideal, el vecindario ideal y la familia ideal para Juanlu y ella. Además, era adicta a todo lo que hubiese sido hecho en Japón, e incluso se compraba mangas en japonés, cosa bastante inútil, pues no sabía ni decir Nihon-koku (no-premio para el que me diga qué significa).

Eran una pareja rara, él vigoréxico y ella friki, aunque bastante simpáticos. Vivía cada uno en su propio país de las piruletas, y desde luego bien que hacían, que para amargarse en el mundo  real siempre hay tiempo.

Sin embargo, durante un verano apenas supe nada de ellos. Al llegar septiembre, me encontré a Patri bastante más delgada, con otro corte y color de pelo, acompañada por otro chico. Le pregunté cómo le iba, imaginándome la respuesta de antemano, y me dijo que nada, que Juanlu y ella se habían ido a vivir juntos, que aquello no había funcionado, etc. Cosas que pasan, el amor es así, eterno mientras dura.

“Oye Jose, tengo una duda” me comentó. “Cuando Juanlu y yo lo hacíamos, él siempre me decía que me tapara los ojos con un pañuelo. Una vez se me calló un poco y vi que… nos estaba grabando en el ordenador con su webcam, esa misma que le regalé por su cumpleaños.”

Escuchaba yo atentamente, imaginándome dónde estarían ahora mismo aquellos videos.

“Lo que yo quería preguntarte es… ¿eso se queda guardado en el ordenador?”

“Lo cierto es que…” la miré de arriba abajo, la pobre, ahora mismo sería el vídeo más descargado en Finlandia o Taiwán. ¿Qué le podía decir? ¿Lo habría subido realmente a Internet? ¿Sería que yo era muy mal pensado? ¿Podría demostrarlo aunque lo hubiese subido? “…lo cierto es… que no… que eso no se graba a menos que uses un programa muy caro. ¿Tú le regalaste ese programa?”

“No, sólo la webcam.”

“Pues nada, no te preocupes.”

Y es que ojos que no ven, corazón que no siente.

2008-06-01 11:57 | 3 Comentarios


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Comentarios

1
De: OW Fecha: 2008-06-01 12:39

Nihon-koku: país del sol naciente, Japón.

Quiero mi no-premio.



2
De: DEPARTAMENTO NO-PREMIOS Fecha: 2008-06-01 15:46



3
De: Pesadilla ML Fecha: 2008-06-03 01:38

Con ese sello difícilmente llegue el NO-PREMIO muy lejos... Jeje





  

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