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VIEJOS TEBEOS, NUEVOS PLACERES

Empecé descargándome cómics americanos antiguos a causa de mi tesina. Eran, en principio, objeto de estudio: el estilo de dibujo, el tipo de color y rotulación (mecánico, manual), el mensaje que lanzaban los guiones, etc. Sin embargo, con el paso de los meses fui descubriendo que aquellas historias me gustaban no sólo por lo que aportaban a mi investigación, sino por el simple hecho de ser entretenidas.

Ciertamente, los cómics de los años 40, 60 o 70 son diametralmente opuestos (en valores, narrativa, diseño y desarrollo) a los que hoy día podemos encontrar en las tiendas. Sin embargo, igual que cualquier lector puede disfrutar una novela de Alexander Dumas o Jules Verne hoy día, resulta sorprendentemente fácil caer cautivado por aquellas historias inocentes, divertidas y bienintencionadas que hicieron soñar a varias generaciones que hoy, o están jubiladas, o tiene la edad de nuestros padres.

Yo he caído presa de las historias de la editorial DC publicadas en los años 70. Me resulta difícil acostarme sin leer una aventura de la colorida Liga de la Justicia, o sin seguir las aventuras de los detectivescos y desenfadados Batman y Robin, o las poderosas batallas de Superman, las trepidantes desventuras de Flash… y así un largo etcétera. Son historias, ya les digo, sin ánimo de ser obras maestras, llenas de buenas intenciones, bien contadas la mayoría de las veces. Son inocentes, sí, pero de una forma que tal vez se hecha de menos hoy día, cuando los cómics parecen tan complicados que casi se necesita un master para entender a algunos personajes.

Tan animado estoy por estas lecturas, que he empezado a descargarme series de animación de los años 60 y 70 de dichos personajes. La excusa oficial, por si la Policía del Pensamiento me descubriese, es que las voy a escuchar en versión original para practicar mi inglés. Pero en confianza, ahora que nadie nos escucha, simplemente es un placer volver a ver o leer historias que a uno le recuerdan a otros tiempos, a una infancia o a una juventud que creía ya perdidas.

2008-01-26 23:43 | 0 Comentarios