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LAS BUENAS MANERAS

Siempre me ha fascinado la manera en que las personas confundimos los buenos modales con las fórmulas de protocolo.

Les pongo un ejemplo: es de buena educación y de persona correcta, de no-comunista diría yo, que al entrar en una casa donde se está comiendo se diga “Buen provecho”, que en Navidades digamos a todos nuestros conocidos “Felicidades” o que a las personas que ostentan un rango superior a nosotros (en edad o, más normalmente, en dinero) se les llame por señor o señora.

Pero si nos fijamos bien, eso no es educación, son meras fórmulas. Fórmulas que, por otro lado, no sirven de nada: no vas a tener mejor digestión, ni mucho menos vas a ser más feliz, porque yo te lo desee. Dicho de otra manera, consideramos como educación fórmulas vacías de contenido, que se pueden decir con la boca chica, porque no cuestan nada.

Se supone que todos somos iguales, cosa que es totalmente falsa físicamente, pero también social y económicamente. Pero bueno, al menos las leyes dicen que todos somos iguales. Entonces, ¿por qué es de mala educación no tratar a cierta gente de USTED? A las personas mayores hay que hablarles de usted… ¿por qué? Ah sí, porque es de buena educación. Meter a un familiar en un asilo para que no moleste, no prestar atención a las personas mayores, someterles a nuestras necesidades… eso no es de mala educación, válgame Zeus. De mala educación es llamar de a un octogenario.

Poner la zancadilla en el trabajo, alcanzar la cumbre a costa de todo y todos, eso no es mala educación, es alcanzar nuestros sueños. Mala educación es no decir “encantado” cuando conoces a alguien que no vas a volver a ver nunca más.

Somos una sociedad superficial, y nuestras normas de educación son, no podía ser de otra manera, superficiales. Aparentamos ser correctos, gentilhombres del siglo XXI, y algunas veces ni siquiera nos damos cuenta de lo insulsas que son nuestras maneras, de lo poco que cambiaría todo si no usáramos una serie de frases aprendidas que, igual que las fórmulas mágicas y los amuletos de la suerte, tienen más efecto fantástico que real.

2008-01-18 10:03 | 4 Comentarios


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Comentarios

1
De: Ivan Fecha: 2008-01-18 13:46

Forma y fondo. No confundir o en la vida te darán de leches por todas partes y encima acabarás dando las gracias.



2
De: Kitty Fecha: 2008-01-18 17:45

Hoy precisamente me ha estado hablando de eso una profesora que comparaba las dos cosas como si fueran una sola.
Pero vaya, yo prefiero, por muy correcto que sea, que antes de que me digan algo por simple cortesía, que ni me hablen.



3
De: Hempfreud Fecha: 2008-01-20 12:13

es verdad lo que me decia la jaberwocka, escribes muy bien :)



4
De: Jose Joaquin Fecha: 2008-01-20 20:56

Uy, me vas a hacer sonrojar... gracias.





  

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