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¡¡SONRÍA!!![]() Hace ya un par de años encontré en mi buzón un vale para hacerme una limpieza bucal gratuita en una clínica/franquicia cuyo nombre fingiremos era DENTAL-FRESH. Uno no es tonto: estas cosas sirven como ganchos para ir al dentista y, una vez allí, informarte sobre las picaduras o dientes torcidos que tengas, con la esperanza de conseguir un nuevo cliente. No obstante, como hacía tiempo que no pasaba por un dentista, decidí ir. Allí me atendió una doctora argentina muy amable y simpática, pero que casi se muere de un infarto nada más verme los dientes. “¿Cómo podés tener la boca así?” Me sentí un poco culpable por haber comido más golosinas de la cuenta: “¿Tan grave es?” “Gravísimo. Vos tenés un problema grave de piorrea, y muelas picadas, y no os han salido las muelas del juicio… ¡eso demanda de cirugía!” Hacía un año que no iba al dentista, y de no haberme acercado por aquí, poco más o menos que mis dientes habrían acabado por provocarme la muerte. Rápidamente vino otro doctor, también argentino, que además vio que mis dientes no eran perfectos: tenía uno más sobresaliente que otro, y mis paletas eran un poco más largas que el resto de los dientes: “Necesitás un aparato urgentemente, o esos dientes empujarán la mandíbula y la desfigurarán”. La leche, yo ya estaba aterrado. ¿También aparato en los dientes de abajo? Sí sí, imprescindible, y un puente, y… Oiga, esperen, ¿y esto por cuanto sale? Que yo soy estudiante, y no puedo costearme tantas cosas. Ah, bueno, que no me preocupe, que sólo medio millón de las antiguas pesetas, ya sí, pero que lo puedo financiar a uno, tres o hasta cinco años, mira tú que bien. Sí, sí, veo los papeles de la financiera colgados en la pared… ¿lo que no veo es su título de doctor, ni el suyo de doctora? Uy, claro, que no hay sitio para ponerlos, si es que esos cuadros de payasos ocupan mucho sitio, qué verdad. Bueno, pues límpienme la boca y ya mañana vuelvo y firmo todo, sí sí, no les doy mi móvil porque no me lo sé, pero mañana vengo seguro. Total, que tal como salí de allí me fui a un dentista de esos raros que, en vez de colgar las licencias de las financieras en sus paredes, cuelgan sus títulos. Y me dijo que tenía la boca muy bien, que había que empastar un diente que se había picado un poco, nada grave, y que las muelas del juicio no hacía falta operarlas, aunque de todas formas, si quería, la seguridad social las operaba gratis. Y el diente algo movido y las paletas asimétricas, pues nada, que eso es norma, que no me preocupara. Me salió todo por 30 ¤ y además me regaló un chicle sin azúcar. Pena me dan los pobres desgraciados que pasen por DENTAL-FRESH y no pidan segundas opiniones. 2007-10-28 16:13 | 9 Comentarios Referencias (TrackBacks)URL de trackback de esta historia http://gadesnoctem.blogalia.com//trackbacks/53073
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© 2002 Jose Joaquin
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