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EL SUEÑO DE LA RAZÓN 1: SOY LEYENDA

Me encantan los libros de vampiros, lo reconozco. Drácula, las dos primeras novelas vampíricas de Anne Rice, El misterio de Salem's Lot y algunos cuentos cortos sacados de aquí y allá son, con diferencia, mis lecturas "sobrenaturales" preferidas. Y es que el terror y la fascinación que generan los vampiros difícilmente pueden ser superados.

Pero desde hacía algún tiempo todo el mundo me recomendaba un libro de Richard Matheson, Soy leyenda, que trataba sobre el último ser humano vivo en un mundo de vampiros. Entre los libros que tenía pendientes y lo difícil que se me hacía localizarlo no había podido leermelo... Hasta hace un par de días, que lo encontré a un precio fantástico en la colección de bolsillo de Minotauro.

En un mundo que sobrevivió a la guerra bacteriológica, una epidemia de vampirismo ha acabado con toda la población humana... salvo con Robert Neville. Aislado en su casa, pasa las mañanas matando tantos vampiros como encuentra, recuperando alimentos y fortificando su casa. Por las noches resiste con cruces, espejos y ajos a sus asediadores. Él es último resto de normalidad que lucha contra un mundo de pesadilla.

Robert Neville no cae en la desesperación, sino que nos sorprende a todos convirtiendose en una auténtica leyenda, en el último hombre en un mundo de vampiros, adaptandose a las necesidades. Se enfrenta a sus recuerdos, a los fantasmas del pasado que lo persiguen. En su aventura encontramos la razón confrontando la superstición, pues en su lucha contra el mundo de pesadilla que le rodea, Neville va a empezar a investigar y a seguir las pocas pistas que posee para descubrir la verdad sobre el mito vampírico.

La novela mezcla la acción en pequeñas dosis con descubrimientos y pistas, con escenas de auténtico terror psicológico y con planteamientos muy interesantes que, por suerte, también están excelentemente desarrolados. Además, el autor hace saltos hacia adelante y atrás en la historia: De repente un flashback nos descubre partes del pasado de Neville, o pasan meses de tiempo que nos son resumidos en los pensamientos del protagonista. La novela sólo cuenta lo que nos interesa, por eso es tan fácil y rápida de leer (dos mañanas he tardado en dar buena cuenta del libro).

Independientemente de la trama de la historia, la novela nos habla, mediante los símbolos, de diferentes temas. Así, uno puede releer la historia en varias ocasiones y sacarle más jugo que el de la simple aventura de ciencia-ficción.

Uno de los temas que trata es la "normalidad". ¿Qué es normal? Robert Neville se enfrenta contra el nuevo orden solo porque no forma parte de él. Él mismo llega a reconocer que siente indiferencia hacia los que ejecuta, ni siquiera odio o compasión. ¿Quién es el bueno y quién es el malo? Los actos de Neville sólo le benefician a él, y ni siquiera está claro si le benefician realmente. Pero, ¿acaso es el malo por defender el mundo que conoció? No hay buenos ni malos, nadie ha buscado lo que ha pasado, ni el rol que desempeña.

Otro tema es el de la lógica contra la pasión. El whisky es un catalizador de las pasiones de Neville. Cada vez que bebe vemos polarizadas sus pasiones hasta extremos peligrosos. Por otro lado su ansia de descubrimiento, el método científico que utiliza, es lo que le ata a la razón. Solo ahondando en la ciencia, en la razón, Neville logra salvarse a si mismo de la locura. No es casualidad que al dejar la bebida empiece a ver el mundo con indiferencia, pues ha descubierto sus secretos y ya nada le sorprende realmente.

El personaje de Robert Neville va evolucionando a lo largo de toda la novela hasta que es capaz de entender su rol en ese nuevo mundo que ha nacido y, con total convencimiento, lo asume. Concluye así la novela, y aunque podría durar cientos de páginas más, la historia que se nos cuenta ya ha llegado a su fin: Neville ha hecho un recorrido a lo largo de los años que le lleva convertirse en el mito más poderoso del mundo. Y en un mito de la literatura de ciencia-ficción, realmente imprescindible.

2007-08-22 00:35 | 9 Comentarios