OVÍFAGA
De mi barrio podría contarles mil y una historias (la mayoría de terror), desde el frutero que acabó reconvirtiendo su tienda en una licorería (ventajas de que el botellón se haga al lado de tu negocio), hasta la chavala que lleva desde los 14 años sentada diariamente en el mismo banco, fumando aliño, y eso que ya tiene veintimuchos.
Yo creo, sinceramente, que toda la gente de mi barrio tiene una historia que merece ser contada. Ese barrendero que vomita un líquido que apesta como a whisky, mientras hace su ronda de limpieza, tras lo que grita:
"¡A nadie más le pagan por recoger su propia pota!".
El chico de la barraca de golosinas, que se hizo de oro vendiendo cds piratas. El dueño del bar de la esquina, que cuenta orgulloso que a su mujer le ha regalado dos pechos nuevos estas navidades… pero que ahora la hija de 15 años también quiere unos. Y así un largo etcétera. Lo dicho, que en este barrio, a poco que mires, tienes un montón de historias para contar.
Pero me tienen que perdonar la egolatría, pues hoy no les voy a hablar de ninguno de esos personajes. Por el contrario, les voy a contar una anécdota que me ha ocurrido a mí en mi barrio, y es que, créanlo, ayer estuvieron a punto de comerme los huevos en mitad de la calle.
Salí a medio día a la calle, dispuesto a comprar la prensa dominical. De repente, no muy lejos, vi a una señora ya madura, ciertamente oronda, vestida con un traje estampado que parecía diseñado por un ciego con parkinson.
Iba yo tranquilamente pensando en el modisto invidente de esa señora, cuando de repente noto que la susodicha señora mira hacia mí, y sin mediar palabra empieza a correr hacia donde yo me encontraba. ¡Horror! ¿Acaso es telépata la señora? ¿Acaso ha hurgado en mi mente y ha descubierto el secreto cachondeo que me traía con ella?
Imagínense mi miedo, con esa oronda figura avanzando implacable hacia mí, y yo llamando a la puerta de dios y de la fe cristiana, intentando ver si me perdonaban algunos pecadillos de herejía y apostasía antes de ser arrollado. Y entonces, cuando estaba a punto de contactar con el supremo creador y recibir mi bien merecido perdón, la señora abrió la boca y me demostró que los salones del cielo están vacíos desde hace tiempo, pues ningún ser supremo podría permitir que algo así le pasara a uno de sus hijos. Y es que la señora, mientras corría hacia mí, comenzó a gritar
"¡Te vi a comé tos los huevos!".
¡Horror! ¡Mis genitales iban a ser desayuno matutino para esa señora! Eso lo explicaba todo: su forma redonda, por ejemplo, sin duda debida a la famosa máxima de que "de lo que se come se cría".
Cuando ya estaba llegando, hice aquello que sólo los grandes héroes de antaño pueden hacer: asumí mi triste destino. Cual Ulises cautivo de Poseidón, cual Ícaro cayendo de los cielos, supe aceptar con resignación que todo había acabado (al menos para mis huevos).
Y en ese momento, cuando toda esperanza se había desvanecido, la oronda dama pasó a mi vera, empujándome levemente, abrazando a un niño pequeño (a lo mejor de dos o tres años) que había tras de mí, mientras le gritaba:
"Que te los como, que te los como toooooos los huevos". Supongo que era el nieto de la depredadora.
Así es mi barrio, un sitio peligroso, lleno de devoradores de huevos, de barrenderos vomitones, de almaceneros a los que pides pan y te dan una petaca de whisky. Pero oye, es mi barrio, y a mí me gusta.
2007-07-09 09:38 | 16 Comentarios
Referencias (TrackBacks)
URL de trackback de esta historia http://gadesnoctem.blogalia.com//trackbacks/50765
Comentarios
1
|
De: Jeremias |
Fecha: 2007-07-09 10:36 |
|
Ni que vivieras en el Cerro del Moro hombre... tu abrrio es bastante tranquilito. Yo creo que quitando alguna cosa sin importancia como incendios en el garage de la plaza de a U o algún que otro suicida de la plazoleta de detrás la cosa no es tan mala como la pintan ;D
|
2
|
De: Marvelboy |
Fecha: 2007-07-09 11:39 |
|
Yo creo que cada barrio es un mundo...
|
3
|
De: Jose Mangel |
Fecha: 2007-07-09 13:19 |
|
Todos vivimos en un barrio como ese....
|
4
|
De: Marta |
Fecha: 2007-07-09 13:30 |
|
A mi en mi barrio me pasó algo parecido el verano pasado. Me levante para comprar el pan y cuando iba caminando por la calle (todavía dormida) vi a un tio que corria hacia mí. Pensé que llegaba tarde a algún sitio, pues corria muy rápido. Lo malo es que cuando se cruzó conmigo me magreó un pecho mientras me decía: "po toma".
Yo estaba tan trastornada que sólo pude balbucear: "pero...pero...qué..."
No pude hacer nada, pero sin duda aquello terminó de despertarme.
|
5
|
De: Daurmith |
Fecha: 2007-07-09 13:32 |
|
¿Y no sería más bien "ovívora"? Cielos, así da más miedo...
|
6
|
De: Marvelboy |
Fecha: 2007-07-09 13:56 |
|
¿Pero te las cogió un chaval joven o un señor maduro? A lo mejor era una carrera de relevos y te confundió con su compañera... si es que las mujeres sois mu mal pensadas :)
|
7
|
De: Anónima |
Fecha: 2007-07-09 13:57 |
|
XDDD
En casa nos comemos las barriguitas y los cuellos de las niñas. Las niñas protestan "las niñas no se comen" y si las dejas dicen "bueeeno, un poquito, si".
Pero debe de ser porque no tenemos niños con huevos :D
|
8
|
De: Jose Joaquin |
Fecha: 2007-07-09 15:04 |
|
Uy, corregido el título...
A mí, mi abuelo materno me gritaba "¡Te voy a arrancar los cojones!", pero sólo cuando no le dejaba dormir la siesta.
|
9
|
De: Nfer |
Fecha: 2007-07-09 15:32 |
|
Ay que me parto de risa!
..."pinta tu aldea y pintarás el mundo"...
Genial. Gracias por alegrarme un frío día gris
XDDDDDDDD
|
10
|
De: yomisma |
Fecha: 2007-07-09 15:44 |
|
Buenísimo, buenísimo... Ya es difícil sacarme una sonrisa a la hora de la siesta, "contrimá" una carcajada.
|
11
|
De: marta |
Fecha: 2007-07-09 16:18 |
|
Marvelboy:
sólo puedo recordar que era un chavalito joven, y supongo que muy salido.
|
12
|
De: Mel |
Fecha: 2007-07-09 17:10 |
|
JJoaquín, tienen que llevar tu vida al cine XD
|
13
|
De: LVH |
Fecha: 2007-07-09 18:46 |
|
Yo me tiré 9 años de mi infancia en ese barrio y tiene tela, sí. La lástima es que ante estas historias mi infancia ha sido muuuy anodina.
|
14
|
|
:))
¡Estupendo, muchas gracias!
|
15
|
De: Anónimo |
Fecha: 2007-07-10 19:08 |
|
Pobrecillo el niño! a mí de pequeña me pasaba lo mismo. Cada miembro de mi familia se pedía una parte para comer. Era despiezada por mis 10 tíos, cuatro abuelos y mis padres. Todavia me acuerdo cuando vino un tío mío a pedirse los cachetes, y le tuve que decir "lo siento, los cachetes son de mi padre, pero todavía me keda libre un brazo, y esta pierna"
|
16
|
De: Lantla |
Fecha: 2007-07-19 15:29 |
|
Bueno bueno jose ahora tu tambien eres participe de una anecdota asi... bien sabes que lo mas fino que me han dicho en mi barrio, para mas inri dos yonquis, fue lo de "ese es un sieso y el cabrón de mi padre" ditigiendose a mi trasero. En fin Barrios gaditanos....
|
|
|
Consigue mis libros
La explosión Marvel: Historia de Marvel en los 70
Los animales en la Historia y la Cultura
Bajo el Sol Naciente
Los cómics de la Segunda Guerra Mundial
Don Juan Tenorio y Halloween
< | Septiembre 2023 | |
Lu |
Ma |
Mi |
Ju |
Vi |
Sa |
Do |
|
|
|
|
1 |
2 |
3 |
4 |
5 |
6 |
7 |
8 |
9 |
10 |
11 |
12 |
13 |
14 |
15 |
16 |
17 |
18 |
19 |
20 |
21 |
22 |
23 |
24 |
25 |
26 |
27 |
28 |
29 |
30 |
|
|
|
|
|
|
|
|
Documentos
Aventuras de Carbonell
Chile
Cine y series
Clases y alumnos
Cosas que pasan
Cuentos
Dibujos y Pinturas
Doctor Who
GURPS
Historia
Historias que no se si me pasaron
Historieta y Literatura
James Bond
Musica y Radio
No se lo pierdan
Publicaciones
Rol y Videojuegos


Tu IP es:


Enlaces indispensables

CRISEI
DIARIO DE UNA NIÑERA EN BIRMINGHAM (Alejandra Flores)
|