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Mientras espero... (o El yonki y el ascensor)

Las cosas más raras ocurren cuando uno menos se lo espera. Y a mí, que los hospitales siempre me han dado cierto telele, me sorprende - gratamente - descubrir las cosas absurdas que ocurren en sus pasillos.

Me encontraba esperando a que llegara el ascensor, algo que es casi ciencia-ficción cuando te encuentras en una planta alta, cuando veo que un yonki se pone a mi vera y toca nerviosamente, con unos dedos más de calavera que de persona, el botón de llamada. Tenía que ser campeón de Game Boy cuando menos, pues no veáis qué habilidad, qué tiento, qué velocidad de pulsaciones...

Hago un inciso para decir que he llegado a la conclusión que los yonkis en Cádiz - los antiguos, los de jaco y jeringa - son poco más y poco menos como los chinos de las películas de kung fu, es decir, a simple vista todos son iguales. Este era un personaje cadavérico, de piel estirada cual folclórica sesentera con lifting de serie, con los ojos hundidos en las cuencas de igual modo que mis alumnos se hunden en la almohada cuando no quieren oírme llamar a la puerta. La corta melena negra, ayer vistosa y símbolo de rebeldía, ahora parecía un sudario de hilo barato, descolorido y enmarañado. Tenía además su uniforme de yonki, o lo que es lo mismo, ese chándal que con tanto mimo la madre le habría comprado en algún mercadillo, y en cuyo interior el escuálido cuerpo del yonki parece naufragar.

No obstante sigamos con nuestro relato, que luego si describo demasiado me llamáis “un Tolkien”, y en vez de leer mis pamplinas iréis a ver la película.

Decía que aquel campeón de Game Boy tocaba compulsivamente los botones del ascensor. De repente, viendo que el ascensor no venía, cejó en su empeño y, nervioso todavía, se sacó un cigarro arrugado de un bolsillo del uniforme, que se colocó temblorosamente entre los labios. No sé si no lo encendió por respeto, por miedo a la voz que cada cuarto de hora machaca "FUMAR ESTÁ PROHIBIDO" desde los altavoces - y que el día menos pensado dirá "LA GUERRA ES LA PAZ" y ni nos daremos cuenta -, o más posiblemente porque no tenía mechero.

La cosa es que allí estábamos él y yo, esperando un ascensor que lo mismo era, no sé, como el mito de El Dorado. Y de repente aquel esqueleto humano, pitillo en boca, me mira con cara de indulgencia y me dice: "Pues que le den por culo al ascensor. ¿Sabes que te digo? ¡Que me voy por las escaleras!"

Yo asiento y le digo "Ganas de furmar, eh?"

Y el yonki me miro, sorprendido, y me responde: "No compi, que las escaleras son más sanas."

2007-06-22 08:39 | 16 Comentarios

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Comentarios

1

De: Lantla Fecha: 2007-06-22 11:59

¿seria mi padre? ;P

2

De: Ludmir Fecha: 2007-06-22 13:07

-Cuanta incomprensión existe con el mundo de la droga...
-El pobre solo intentaba buscar un compañero de jogging, esta claro que ese señor estaba ingresado en desintoxicación y unicamente clamaba por una relación con el mundo exterior, que a su modo de ver, se traducia en una carrerita por las escaleras con J.J. iluso... si al menos tuviera una hojaldrina..

3

De: Benito Fecha: 2007-06-22 14:07

Acabo de caer en este blog siguiendo la recomendación del maestro Marín y me estoy descojonando con las historias que con tabto talento y tanta gracia cuentas. A partir de hoy este sitio será cita obligada.
¡¡¡Enhorabuena!!!

4

De: Mel Fecha: 2007-06-22 14:43

¿que las escaleras son mas sanas?... pues Pepe Viyuela siempre acababa bastante mal con ellas ;P

5

De: Jose Joaquin Fecha: 2007-06-22 14:46

Mel, un respeto hombre, que la sabiduría de un yonki es como la de los indios americanos: inescrutable y misteriosa.

6

De: Peter Petrake Fecha: 2007-06-22 15:35

Seguramente, este yonqui gaditano tenía prisa. Es bien sabido que todos los yonquis gaditanos van mú ligeros-mú ligeros a todas partes. Y no creo que sea porque ven que no les queda mucha vida por delante, porque también es bien conocida la pertinaz resistencia de los yonquis gaditanos de cierta edad.

7

De: Melkart Fecha: 2007-06-22 15:58

Cuando era niño, había un montón de enganchados que pedían dinero cerca de los colegios. A los que más recuerdo son al Potro y al Pecas, pero eran una auténtica legión. La mayoría eran inofensivos, eso sí.

8

De: Duke Fecha: 2007-06-23 00:00

Joder, no me esperaba ese final! A mi lo que me hace gracia de estos tipos es lo rapido que cogen confianza y dan palique.

Ahora, quedandole dos "pelaos" y preocuparse por la salud...

Por ahora el blog pinta bien, colega :D

9

De: Ludmir Fecha: 2007-06-23 05:10

-Huy, el potro era aquel kinki que te "atracaba" a punta de edding, que siempre iba con el "orejitas", un chaval que no levantaba un palmo del suelo, muy escuchimizado.Tenian "aterrorizados" a todos los chavales de nuestra edad ¬_¬

10

De: BCR Fecha: 2007-06-23 10:11

Ludmir, no subestimes el poder de un edding en manos de un yonki... (Hace poco, tuve que interpretar a uno en una obra de teatro, y como a última hora se perdió la navaja, utilicé un rotulador de ésos XD)

11

De: Jose Joaquin Fecha: 2007-06-23 11:29

Recuerdo que una vez, cuando teníamos 13 años o así, nos intentaron atracar con... ¡un peine! No sé en qué pensaba el yonki en cuestión, tal vez en echarnos caspa...

12

De: Mel Fecha: 2007-06-23 12:23

"Dame tó lo que lleves o te hago la raya"

XDDD

13

De: Ojo de Halcón Fecha: 2007-06-24 00:27

Ey, que a mí me intentaron atracar con un cortauñas... Fue apasionante.

14

De: RM Fecha: 2007-06-24 10:37

No es para tomárselo a cachondeo, eh. ¿Y si el del cortauñas o el peine es fan de Bullseye?

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De: Jose Joaquin Fecha: 2007-06-24 11:30

Podríamos publicar una antología "Yo fui amenazado por un yonki". No sé si sería un éxito de ventas, pero desde luego nos íbamos a partir de risa...

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De: Chapu Fecha: 2007-06-26 20:25

Buena descripción, sí señor. No sé a qué te dedicas, llego a esta bitácora por recomendación de RM, pero enhorabuena por las imágenes. Pasas a formar poarte de mi google reader. Un saludo.